jueves, 16 de septiembre de 2010

desayuno acampado de Doña Tina

Desde el comienzo de la semana de la Chilenidad en el parque Hurtado hace ya algunos años, he soñado con probar el desayuno acampado que sirven ahí, para rememorar aquellos años mozos cuando mis abuelos campechanos me servían leche de vaca recién ordeñada, o cuando pasaba tardes enteras amasando el pan con mi abuelita, que nos comíamos calientito con los huevos que recolectabamos del gallinero que estaba detrás de la casa. Pues bien mi sueño se cumplió hoy. Lástima, porque hubiese sido menos decepcionante si el sueño se hubiese mantenido para siempre inalcanzable. Llegamos temprano para ver el resto de los eventos y no había mucho público. Nos sentamos en una mesa cercana a la cocina y ordenamos el combo 1 y el 2. El 1 incluía huevos y pan amasado y el 2 un sandwich de Pernil, ambos combos acompañados de té o café con leche. Pues bien, en la TV claramente invitaban a comer un desayuno con leche ordeñada recientemente y con huevos de campo, naranjos de tan naturales, pero llegado el tan esperado momento, me vi enfrentada a una paila de huevos normales y un nescafé horroroso con leche común y silvestre que ni siquiera parecía soprole. Los panes amasados eran pequeños y estaban quemados por debajo, además de recalentados(de la mano mágica de mi abuela ni las cenizas) y aunque la leche no era soprole la mantequilla sí, dejando otro sabor a urbano en mi paladar. Lo que me lleva a concluir que la tele miente. Sumada a esta desgracia culinaria nos sirvieron unos dulces chilenos que estaban tan secos como atacama por lo que los abandonamos a medio camino. No puedo negar que mi acompañante disfrutó de sobremanera el sandwich de pernil, pero también recordó que tenía una picada en el centro donde los hacían realmente inolvidables. Conclusión, por el bien de la patria, del Bicentenario, la memoria de mis abuelos y lo que un desayuno de campo realmente es, me niego a recomendar el desayuno acampado de Doña Tina en el parque Padre Hurtado. Más encima $4.500 por cada combo, sin contar los $4.000 de la entrada al parque por persona y los $3.000 por el auto. De puro picada, bajé a mi comuna y encontré una tienda en Av. Providencia casi al llegar a Suecia, donde venden huevos de granja, compré harina, manteca y levadura fresca y mañana madrugo para sacarme el mal sabor haciendo pan amasado y huevos-de-campo-de-verdad revueltos, en una de esas heredo la buena mano de mi abuela y descubro mi lado "rural" y hago "the real desayuno acampado."

Doppio

Ya hace algún tiempo pasaba por afuera de este café en mi camino hacia el Starbuck's y me preguntaba cómo sería, pues bien, me decidí a entrar. El local tiene buena ambientación y los meseros/as están vestidos como "blueceros de los 30" y funciona se ven estilosos, además hay que agradecer que no te pregunten tu nombre ni traten de recordarlo con una falsa sonrisa que solo esconde hastío ante tanta clientela. Por lo tanto, dos puntos a favor. Ordené un café cortado doble con un croissant con jamón y queso caliente. El café en un excelente tamaño, sabor y acidez, azúcar rubia para endulzar(aunque no la uso) y un croissant simplemente delicioso. Al parecer, toda masa viene de la Chocolatine, de ahí su calidad. La segunda vez que me aparecí, pedí un panini con queso fresco y palta, venía con un chorro de aceite oliva y aunque le faltó sal, estaba exquisito. Panini más café cortado doble $2800 aprox. Lo malo: las mesas están demasiado pegadas y el pago siempre demora más de lo que debería. Todo lo demás ¡realmente excelente!

domingo, 12 de septiembre de 2010

Tip y Tap, el original (o lo más cercano a...)


Tentación de viernes por la tarde-noche: vamos a comer. ¿Qué cosa? No sé, ¿Te tinca un crudo? Podría ser. ¿Dónde? ¿Al Tip y Tap? ¿Cuál? No sé, al del Cine Hoyts... Debe estar lleno. Hummm... es verdad. Hay uno en Las Condes, ahí donde se bifurca con Apoquindo. No, igual lejos. ¿Y por qué no vamos al de El Golf?
Chán.

Hay un Tip y Tap en la calle San Crescente, entre Apoquindo y Napoleón, que no conocía. O sea, lo había visto alguna vez de pasada, pero nunca había entrado. Cuando llegamos, nos mandaron de inmediato a una mesa bajo el nivel de la calle. Tuve la impresión de viajar al pasado. Los comensales parecían habituales y tuve la sensación de que estábamos utilizando la mesa que otra persona había convertido en su segundo hogar. Hasta los meseros eran vintage: claramente eran parte del inventario y se notaba que gran parte de ellos trabajaba en el lugar desde que fue inaugurado en 1975. ¿Y cómo supimos esto? Por la historia que aparece en la primera página de la carta y que se puede leer en www.tipytap.cl. Ahí nos enteramos de que nos encontrábamos en el origen de la tradición -franquicia dirán algunos- que es el Tip y Tap. Le pedimos a José (nuestro mozo, justo antes de que una "rubia platinada" de más de cuatro décadas se despidiera de beso de él) papas fritas y un tártaro para dos. Tuvimos tiempo de sobra para observar el local, la interacción de los mozos (se reconoce que llevaban años juntos), ver a los otros comensales... en realidad, demasiado tiempo: 45 minutos transcurrieron hasta que nos llegó el primer plato. Afortunadamente no pedimos algo más elaborado. José se disculpó por lo menos tres veces por la tardanza, pero cuando llevaba la segunda tostada con crudo, ya se me había pasado la indignación. De postre, una de las mejores tortas de trufa que he comido en la vida.
Situación bizarra: cuando pedimos la cuenta y le avisé a José que pagaría con tarjeta, él nos llevó la boleta y la terminal inalámbrica a la mesa. Le pregunté si ingresaba yo el monto y, a la distancia, hiperocupado con las otras mesas, me lanzó una sonrisa. Vale, gracias por la confianza. Apreté teclas, incluí la propina e imprimí comprobantes. Supongo que esta era la forma de hacernos sentir bienvenidos o de probar si éramos dignos de entrar a la cofradía del Tip y Tap, el casi-original (¿Por qué casi? Métete a la página oficial y averigua).
Porción de papas fritas: $2.300
Tártaro: $5.200
Kuntsmann miel: $1.800
Kunstmann Torobayo: (no aparece en la carta, pero tienen) $1.800
Cerveza Austral Lager: $1.800
Torta de trufa: $2.600 (¡muy recomendable!)
Café espresso Musetti: $1.100